
La Biblia no da ninguna enseñanza específica de si las mascotas tienen “alma” o si las mascotas estarán en el cielo. Sin embargo, podemos tomar algunos principios Bíblicos generales y arrojar algo de luz en el asunto. Dios sopló aliento de vida en el hombre y en los animales. La principal diferencia entre los seres humanos y los animales es que el hombre está hecho a la imagen y semejanza de Dios. Los animales no están hechos a la imagen y semejanza de Dios. Estar hecho a la imagen y semejanza de Dios significa que el ser humano es semejante a Dios, susceptible a la espiritualidad, con inteligencia, sentimientos y voluntad, y tiene un aspecto de un ser que continúa después de la muerte. Si las mascotas tienen un “alma” o un aspecto incorpóreo, deberían por consiguiente ser de una “capacidad” diferente y menor. Esta diferencia probablemente significa que las “almas” de las mascotas se mantienen después de la muerte.
Otro factor a considerar en este asunto, es que Dios creó a los animales como una parte de Su proceso creativo en el Génesis y vio que era bueno. Por tanto, no hay razón por la cual no pudieran haber animales en la nueva tierra. Definitivamente habrá animales durante el reino milenario como comenta Isaias 11. Es imposible decir definitivamente si algunos de estos animales deberían ser las mascotas que tuvimos mientras estuvimos aquí en la tierra. Sabemos que Dios es justo y que cuando alcancemos el cielo nos encontraremos en completo acuerdo con Su decisión en este asunto cualquiera sea ésta.
Por mi parte, estoy completamente seguro de que sí hay cielo para ellos, y que sí nos vamos a encontrar a nuestras mascotas de toda la vida. Si Dios, siendo nosotros pecadores, hizo el tremendo sacrificio de sufrir la pasión solamente por amor y nos soporta desde el principio (seguramente yo en su lugar no habría tenido tanta paciencia y hubiese destruido todo); ¿Cómo va a desechar a los animales todos, siendo que son inocentes de todo pecado y que sufren de la misma maldición que nosotros causamos sobre la tierra?
Y si todavía tienen dudas vean aquí
¿Quién soy? Tierra de la gracia
7 comentarios :
Toda una incógnita. Yo, en realidad no tengo armada una opinión.
Interesante planteo.
Te mando un abrazo
Dany
Hacía tiempo estaba buscando algún hermano en la Fe con quien compartir y hablar sobre el amor a los animales y nuestro deber como cristianos hacia ellos, creo que ya lo encontré.
Estoy totalmente de acuerdo contigo hermano, y al igual como mencionabas en mi blog, yo también cada vez que veo un perro callejero, por ejemplo, me da un dolor tremendo y ruego a Dios que lo guarde. Como bien decía S. Francisco de Asís, ellos son nuestros "hermanos menores".
Un abrazo.
¡Bendiciones!
Amén, st. José! Cuando veo la belleza del diseño de los animales y además, no se puede negar que cada uno tiene su personalidad bien definida, puedo vislumbrar la belleza y el amor de Dios!
Perdón, buscaba algo para reconfortar a una amiga que perdió a su mascota, y este artículo me pareció apropiado para ella. No lo pude copiar para mándarselo (nunca pensé que sería tomado como robo ya que siempre que copio algo aclaro bien legible quien es su autor).
Poddrías decirme como obtengo una copia por favor?
Gracias.
Estela
Estela: Tienes razón. La verdad es que ahora que lo mencionas me doy cuenta que es un poco duro el mensaje del botón derecho. Te pido disculpas porque no se puede tratar a todos como piratas. Ya he quitado la protección para la copia y dile a tu amiga que mi opinión sobre las mascotas es más que eso. El Espíritu ha revelado esta verdad a muchos hermanos en distintas visiones. Mi pastor soñó a Jesús en medio de un campo enorme rodeado de todos los animales. Dijo que en el sueño eran tantos que no se podían contar.
Por otro lado te doy gracias por visitar este blog, y desde ya estás invitada para cuando gustes pasar. Un abrazo,
Daniel.
Estela: Me ovidaba, por favor regresa y cuéntame cómo sigue tu amiga, gracias!
Muchas gracias por este articulo, en dias atras se me murio mi perrita MILY y estoy destrosada al leer esto me reconforta para pensar que algun dia quizas la podre volver haber es increible la falta que me hace la enana esa... pero bueno seguire amando a los perros porque son increibles. De verdad gracias me siento mejor y creo que Dios los tiene presentes tambien.