
Llegan a un lugar llamado Getsemaní. Y les dice a sus discípulos: —Sentaos aquí, mientras hago oración. Y se llevó a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, y comenzó a entristecerse y a sentir angustia. Entonces les dice: —Mi alma está triste hasta la muerte. Quedaos aquí y velad conmigo. Y adelantándose un poco, se postró rostro en tierra mientras oraba diciendo: —Padre mío, si es posible, aleja de mí este cáliz; pero que no sea tal como yo quiero, sino como quieres tú. Vuelve junto a sus discípulos y los encuentra dormidos; entonces le dice a Pedro: —¿Ni siquiera habéis sido capaces de velar una hora conmigo? Velad y orad para no caer en tentación; el espíritu está pronto, pero la carne es débil. De nuevo se apartó, por segunda vez, y oró diciendo: —Padre mío, si no es posible que esto pase sin que yo lo beba, hágase tu voluntad. Al volver los encontró dormidos, pues sus ojos estaban cargados de sueño. Y, dejándolos, se apartó una vez más, y oró por tercera vez repitiendo las mismas palabras. Finalmente, va junto a sus discípulos y les dice: —Ya podéis dormir y descansar... Mirad, ha llegado la hora, y el Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de los pecadores. Levantaos, vamos; ya llega el que me va a entregar. Orad, para que no entréis en la tentación. —Y se durmió Pedro. —Y los demás apóstoles. —Y te dormiste tú, amigo... y yo fui también otro Pedro dormilón. Jesús, sólo y triste, sufría y empapaba la tierra con su sangre. De rodillas sobre el duro suelo, persevera en oración... Llora por ti... y por mí: le aplasta el peso de los pecados de los hombres. —Padre, si quieres, haz que pase este cáliz de mí... Pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. Un Angel del cielo le conforta. —Está Jesús en la agonía. —Continúa, más intensamente orando... —Se acerca a nosotros, que dormimos: levantaos, orad —nos repite—, para que no caigáis en la tentación. Judas el traidor: un beso. —La espada de Pedro brilla en la noche. —Jesús habla: ¿cómo a un ladrón venís a buscarme?. Somos cobardes: le seguimos de lejos, pero despiertos y orando.
4 comentarios :
Amigazo, es muy cierto lo que decís.
Si tan solo despertáramos unos cuantos, haríamos una nueva Reforma de la Iglesia.
Un abrazo
Dany
Si hermano, es cierto, necesitamos estar depiertos espiritualmente, atentos a la voz del Señor. Que El en su misericordia nos ayude a despertar y a no dormirnos más.
Respuesta a tu pregunta que dejaste a Manlio.
Cuando inició el concepto de 1er, 3er mundo (y obvio que este concepto salió del norte) todavia existia la USSR, osea el segundo mundo vendria siendo el mundo comunista.
Si encuentras una respuesta mas satisfactoria déjamela saber.
un abrazo,
Abel Rodrituez
abejorro_alsc@att.net
Muy ciertas tus palabras...
Estemos atentos, en vigilia a la voz del Señor...
Gracias por tu visita y tu comentario, realmente fue edificante y animador para seguir en esto...
Dios te bendiga,
Ingrid