No te alejes de Dios, que el diablo nunca duerme.

11 octubre 2007

Baila como si nadie te estuviera viendo


Nos convencemos a nosotros mismos de que la vida será mejor después. Después de terminar la carrera ; Después de conseguir trabajo; Después de casarnos; Después de tener un hijo... y entonces después de tener otro. Luego nos sentimos frustrados porque nuestros hijos no son lo suficientemente grandes, y pensamos que seremos más felices cuando crezcan y dejen de ser niños. Después nos desesperamos porque son adolescentes difíciles de tratar. Y pensamos que seremos más felices cuando salgan de esa etapa. Luego decidimos que nuestra vida será completa cuando a nuestro esposo o esposa le vaya mejor, cuando tengamos un mejor coche, cuando nos podamos ir de vacaciones, cuando consigamos el ascenso, cuando nos retiremos. La verdad es que no hay mejor momento para ser feliz que este. "No hay otro tiempo que el que nos ha tocado" diría Serrat. Porque si no es ahora... ¿Cuándo? La vida siempre estará llena de luegos, de retos. No hay un luego, ni un después, la felicidad es ahora.
Así que deja de esperar hasta que termines la Universidad, hasta que te enamores, hasta que encuentres trabajo, hasta que te cases, hasta que tengas hijos, hasta que se vayan de casa, hasta que te divorcies, hasta que pierdas esos diez kilos, hasta el viernes por la noche o hasta el domingo por la mañana; Hasta la primavera, el verano, el otoño o el invierno, o hasta que te mueras, para decidir que no hay mejor momento que justamente éste. Dale una oportunidad a Jesús. El te enseñará que la felicidad es un trayecto, no un destino. El destino es aun mejor que la felicidad. Y cuando tengas a Jesús... Trabaja como si no necesitaras dinero. Ama como si nunca te hubieran herido. Y baila, como si nadie te estuviera viendo.

2 comentarios :

Manlio Hector dijo...

Hermosa reflexión amigo mío!
Gracias por visitarme y por tus palabras sinceras.
Recibe un abrazo de "contagio" para que lo hagas extenso a tu amada familia.
See ya !