No te alejes de Dios, que el diablo nunca duerme.

21 noviembre 2007

El vaso con agua


Un conferencista hablaba sobre cómo tratar con la tensión de la vida. Levantó un vaso con agua y preguntó al auditorio: ¿Cuánto creen ustedes que pesa este vaso con agua? Las respuestas variaron entre veinte y quinientos gramos. Entonces el conferencista comentó: El peso del vaso con agua no importa. Depende de cuánto tiempo voy a sostenerlo. Si lo sostengo por un minuto, está todo bien. Si lo sostengo durante una hora, tendré un fuerte dolor en mi brazo. Si lo sostengo durante un día completo, tendrán que llamar a una ambulancia. El peso es exactamente el mismo, pero cuanto más tiempo paso sosteniéndolo, más pesado se va poniendo.
Lo mismo sucede en nuestras vidas; Comenzamos a cargar sobre nuestros hombros odios, rencores, preocupaciones de todo tipo; Cargamos el futuro sin saber si mañana estaremos en este mundo. Llegará un momento en que tanto peso nos derrumbará, vendrán frustraciones, decepciones, desiluciones que nos deprimirán de tal manera que ya no podremos continuar.
Por el contrario, si todo, absolutamente todo lo dejamos en las manos de Jesús, nos sentiremos aliviados, sin preocupaciones ni temores, y al fin podremos ser felíces. Porque nuestro Señor tiene nuestra vida bajo absoluto control.

Dijo Jesús: "Ustedes viven siempre angustiados y preocupados. Vengan a mí y yo los haré
descansar". Mateo 11:28


3 comentarios :

Lizeth dijo...

Gracias por el mensaje tan especial, es una muy buena ilustraciòn y sobre todo, gracias por recordarnos que la soluciòn es ir a El.
Dios te bendiga hermano.

Hijo del Rey dijo...

Dani, Lizeth: Es verdad, realmente es una ilustración muy sencilla y se ajusta perfectamente al versículo. ¡Muchas gracias por visitarme! ¡Bendiciones!